
Un paraíso de la juventud
Por Víctor Carpio
Tadao Kimura, empresario y ex secretario del Primer Ministro japonés Yasihiro Nakasone, fue prácticamente desahuciado por médicos estadounidenses y japoneses, debido a una dolencia cardiovascular.
Supo y fue de visita a un pueblo pequeño, enclavado en un valle abrazado por las montañas de los Andes y se sometió a un proceso de rehabilitación. En 38 días se había recuperado de un infarto y pudo retornar a su país a hacer una vida regular.
Al doctor Kokichi Otani le gustaba contar esta historia porque era un ejemplo fiel de lo que sucede en Vilcamba, el Valle de la Longevidad o Valle Sagrado, un lugar en el que el médico japonés dejó su huella.
Vilcabamba es un valle tan pequeño como coqueto, en el que viven no más de 6.000 habitantes (provincia de Loja, Ecuador), está en una altitud de 1.500 metros, goza de una primavera todos los días del año y tiene una temperatura de entre 19 y 26 grados Celsius.
Las primeras investigaciones médicas (1969-1970) estuvieron dirigidas por el eminente cardiólogo ecuatoriano Dr. Miguel Salvador, quien lanzó al mundo aquella novedosa doble identidad de Vilcabamba: “Centro Mundial de Longevidad” e “Isla de inmunidad para las enfermedades del corazón”.
Cientos de misiones científicas, periodistas, camarógrafos, investigadores de todo el mundo, acudieron a verificar esta inspirada afirmación. El paradisíaco valle lojano ofrece a la humanidad la esperanza sentida de vivir más en condiciones saludables y de sosiego.
Fue en el año de 1976, el Dr. Galo Escudero, que a la época ejercía la presidencia de la Asociación Lojana 18 de Noviembre, en Quito, visitó Vilcabamba. Luego de reunirse con las autoridades y fuerzas vivas de la parroquia, conformó una comisión que viajó a Quito para solicitar al gobierno nacional la construcción del hospital. La iniciativa fue apoyada por el Alm. Alfredo Poveda Burbano, Presidente del Consejo Supremo de Gobierno, y de su esposa, doña Alicia Pizzinbono de Poveda. Se aprobó la construcción del hospital para Vilcabamba.
En 1977 la construcción de esta obra de salud tuvo un retraso por falta de presupuesto gubernamental.
Por aquella época, el doctor Kokichi Otani llegó a Vilcabamba para investigar las bondades del valle, particularmente sobre la longevidad, el clima, el agua, plantas medicinales, etc.. Al tener conocimiento que la construcción estaba paralizada, hizo la donación de dos mil dólares y los trabajos se reiniciaron, además comprometió al gobierno nacional a culminar la obra. Finalmente fue inaugurada en 1980.
Kokichi Otani, en su segunda visita al Valle Sagrado (1982) hizo la donación de un sofisticado equipo para exámenes de cardiología: a los científicos japoneses les interesaba las valoraciones del por qué del buen funcionamiento del corazón de los longevos y de otras personas que llegan a convalecer estas dolencias.
El hospital se constituyó en centro de atención cardiológica para pacientes de diferentes latitudes del país. El hospital de Vilcabamba no tenía ambulancia, por lo que gestionó al gobierno japonés la donación de una ambulancia debidamente equipada y otros elementos hospitalarios.
El Dr. Kokichi Otani, además, propuso con su apoyo, como presidente del Hoshi Seiyaku del Japón, la creación de un Centro Autónomo de Salubridad para preservar el estado ecológico del Valle Sagrado y coordinar la ayuda internacional que deseaban hacer otros centros de investigación de Asia y Europa, ellos también interesados en descubrir los elementos naturales que hacían posible “dar más años a la vida y más vida a los años”.
El entonces gobierno del Ecuador, en reconocimiento a la filantropía del ciudadano y científico japonés Kokichi Otani, decidió en 1983 darle al hospital su nombre, para perennizar su encomiable aporte a Vilcabamba y a la salud de los ecuatorianos. Los vilcabambenses lo catalogaron como un hijo más de esta tierra y sus recuerdos son imperecederos.
A decir del Dr. Kokichi Otani, Ecuador es como un “Jardín de la Juventud”, es un verdadero paraíso de la juventud, ofrece un medio ambiente de condiciones ideales, un lugar ideal para la salud, hermoso sueño y bienestar de la humanidad.
El empresario Kimura dedicó, luego, todos sus esfuerzos para el establecimiento de una villa para recuperaciones de salud, con características naturales como las de Vilcabamba. Esta villa se ubicaría al norte del Japón, en Hokaido, con el nombre de Vilcabamba-Zoya. Este reconocimiento se debe a que, Tadao Kimura, nació en Zoya y renació en Vilcabamba-Ecuador.





Kokichi Otani sensei
El médico y sus amigos ecuatorianos
El centro hospitalario en su inauguración (derecha) y una vista más actual